Huertas reivindica “la voz de los sin voz, del loco y de la loca” en las ‘Cartas desde el manicomio'

“Usted habrá observado que yo no estoy loca. Éste no es mi sitio”. Son dos frases de una carta que nunca llegó a su destinatario, la carta de “una loca” de la Casa de Dementes de Santa Isabel, en Leganés (Madrid), que el profesor del CSIC Rafael Huertas y su equipo han desenterrado y publicado en un libro junto a otras cuarenta fechadas entre 1852 y 1952 para “dar voz a los sin voz, al loco y a la loca, lo otro de la razón”.

“Es el trabajo subjetivo de muchos pacientes para poner por escrito sus vivencias” con una escritura “intimista y autobiográfica” de “catarsis y autointerpretación”, recalcó Huertas en la segunda conferencia del ciclo ‘La sociedad del malestar’, organizado por Fundación INTRAS, con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid, dentro de las actividades de su 25 aniversario.

El profesor de Investigación en el Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) defendió encarecidamente la necesidad de “valorar el punto de vista del paciente”, lo que “dicen los locos y las locas”, para así escribir “otra historia para otra psiquiatría”. “La locura escrita puede analizarse, además desde lo clínico, desde un escenario más cultural: la experiencia del internamiento”, añadió.

Así, los testimonios reunidos en ‘Cartas desde el manicomio’ (editorial Catarata, 2018) por Huertas, Olga Villasante y otras cuatro investigadoras que han leído recientemente su tesis se mueven entre “la culpa, el desamor, la ausencia, la búsqueda del perdón, un intento de negociación y un rito de humillación”, puntualizó el investigador. “Se parecen mucho a una carta de amor en la emoción ansiosa de la espera”, pero con la salvedad de que jamás tuvieron acuse de recibo. Se quedaron en las historias clínicas de sus autores, pacientes con “una etiqueta diagnóstica variada: melancolía y depresión o paranoia”.

Esta característica hace que las ‘Cartas desde el manicomio” de Santa Isabel entronquen con una “escritura como lenguaje del ausente”, dirigida a “un interlocutor inexistente, irreconocible o al que nunca le llega”, matizó Huertas, quien estuvo acompañado en su conferencia por el teniente alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid, Manuel Saravia, y la directora técnica de Fundación INTRAS, Teresa Orihuela.

El hecho de que las cartas no salieran del archivo del manicomio no es nada extraordinario, según el investigador del CSIC, sino “una práctica habitual en las instituciones de la época que estaba muy arraigada”. Huertas describió esos manicomios como “no lugares” que transmitían un sentimiento de “no pertenencia, soledad, silencio y alienación”, circunstancias que se agudizaban en el caso de las “internas” por su “doble condición subalterna de loca y de mujer”.

El ciclo de cinco conferencias ‘La sociedad del malestar’ continuará el 7 de noviembre –en la Casa Revilla a las 19 horas- con las psiquiatras Marta Carmona y Belén González y sus “Desatranques feministas: la salud mental desde el género”. Entrada libre hasta completar el aforo.