Mental Health Matters: el arte como instrumento de rehabilitación social

Tras dos años de trabajo, acabamos de cerrar el proyecto europeo Mental Health Matters through Restorative Art (MHM), financiado por el programa Erasmus+ de la UE, con una reunión final en Londres para presentar los principales resultados, que también se han recogido en el libro eléctronico Mental Health Matters through restorative justice art: Views from the UK, Cyprus, Greece, Spain and Hungary in national languages.

El proyecto ha promovido el uso combinado del arte y de la justicia restaurativa, una metodología principalmente utilizada en ámbito penal pero que se está abriendo paso en otros sectores, como el escolar y el laboral, en los que se puede utilizar para la gestión y la prevención de conflictos, así como para mejorar las relaciones a través de la escucha activa, la comunicación asertiva y la empatía.

Aplicar los principios de la justicia restaurativa en el ámbito de la salud mental significa mejorar el dialogo entre las personas con malestar psíquico y su entorno: los profesionales involucrados en su proceso de recuperación, su familia, amigos y el resto de la comunidad… para así superar situaciones de desigualdad y aumentar la participación de las personas en la toma de decisiones que afectan directamente a sus vidas.

El proyecto MHM nos ha hecho ver que el arte, empleado como herramienta de justicia restaurativa, puede ser útil para facilitar todos estos procesos encaminados hacia la autonomía y la asunción de los propios derechos. Se trata de un recurso ideal porque puede abrir un canal de comunicación para que las personas expresen sus sentimientos, necesidades, preocupaciones y deseos.

El proceso creativo, además, permite visualizar y racionalizar los conflictos, identificar los elementos que dificultan el crecimiento personal, cambiar conductas que provocan malestar y desarrollar habilidades personales e interpersonales.

Para promover el uso de estas prácticas, el consorcio del MHM ha desarrollado dos cursos de formación: uno para los profesionales de la salud mental y otro para los profesionales del sector artístico y cultural que, como colaboradores expertos, también pueden tener un rol importante en la mejora de los servicios ofrecidos a las personas con malestar psíquico.

A través de la implementación del proyecto, hemos podido constatar no solo que los profesionales de la salud mental están realmente interesados en la implementación de prácticas restaurativas basadas en el arte, sino también que hay nuevos profesionales interesados en contribuir a la recuperación de las personas con enfermedad mental.

El proyecto MHM, por tanto, nos ha dado la oportunidad de avanzar hacia la integración de prácticas innovadoras y siempre más orientadas a la persona, la verdadera protagonista de su propia vida.