Proyecto NOI: el poder de narrar historias y medir su impacto
29/08/2023
El proyecto europeo NOI, financiado por el programa Erasmus+ de la UE, tiene como objetivo entender cómo se puede medir el impacto de las historias, por eso hemos trabajado en un conjunto de herramientas para profesionales y facilitadores que les ayudará a utilizar la narración de historias como una herramienta para la creación y la medición del impacto.
Como se menciona en dicho ‘toolkit’ (disponible en español), la narración digital es una forma de crear historias utilizando herramientas digitales y multimedia como fotos, gráficos, archivos de audio y vídeo. Una historia digital puede adoptar diferentes formas, lo que permite a las organizaciones y a su equipo combinar diversos medios de forma atractiva e interesante.
Pero, ¿cómo puede medir el impacto la narración digital? Registrar las experiencias vividas mediante herramientas digitales, por ejemplo, puede ayudar a recopilar una serie de datos muy valiosos. Puede utilizarse también para comprobar el rendimiento de un servicio, organización o proyecto y medir su impacto. Además, puede ayudar a las personas que utilizan el servicio a expresar sus opiniones al respecto.
Todavía no conocemos todas las infinitas posibilidades de medir el impacto con la narración de historias. Pero sí sabemos cómo contar una historia eficazmente, sobre todo con medios digitales.
Uno de los aspectos clave a la hora de abordar el ‘storytelling’, es el ‘Por qué’, el ‘Quién’ y el ‘Qué’. Cuando las organizaciones y su equipo se disponen a utilizar el ‘storytelling’, es crucial determinar el ‘Por qué’ de una historia. ¿Cuál es la razón por la que estás contando tu historia? Cuando conoces el propósito, tu historia también es clara, y un propósito eficaz puede inspirar a la gente a la acción. Sin un propósito, es difícil atraer a la gente hacia lo que tienes que decir.
El público objetivo es a ‘Quién’ le cuentas tu historia. Es el grupo de personas a las que tu historia ayudaría o entretendría más. Al narrar una historia, tienes que conocer a tu público objetivo y saber cómo atraerlo y entretenerlo. Hay temas y contenidos que determinados grupos demográficos probablemente encontrarán interesantes.
Algunos de estos rasgos demográficos que contribuyen son el género, el sexo, la orientación, la edad, la educación, los factores sociopolíticos, las preferencias, las experiencias vitales... Saber qué tipo de persona podría disfrutar de tus historias te ayudará a prepararlas con mayor precisión. También necesitas saber cómo habla ese público; los canales de comunicación, dónde publicar tu historia en función de tu público; el mensaje, y qué quieres contar con tu historia.
Las experiencias vividas son el ‘Qué’: esas experiencias reales y personales que pueden dar forma a la historia. Las experiencias vividas son tan poderosas en la narración de historias porque empoderan a sus protagonistas y les hacen más visibles. Aportan una visión más profunda y los conocimientos que las personas han adquirido a partir de sus experiencias y elecciones a lo largo de la vida, lo que constituye una valiosa fuente de datos.
Las personas con discapacidad, por ejemplo, son expertas en su condición, ya que tienen una comprensión profunda y personal de la misma y de sus implicaciones en todos los aspectos de su vida, pero no siempre tienen la oportunidad de hacer llegar su mensaje a la sociedad.
Otro aspecto clave emana de los siguientes cuatro elementos que recomendamos a las organizaciones y a su equipo a la hora de crear una narración digital eficaz:
-Introducción/gancho: algo que capte la atención del público y conecte con su curiosidad o interés, como una imagen, un comentario o una expresión sacadas de la propia narración.
-Llamada a la acción: algo convincente y fácil que la gente pueda hacer ahora mismo para influir en el resultado y apoyar la solución. Por ejemplo, cuando se publica en redes sociales, podría considerarse el uso de una llamada a la acción, como: ‘Haga clic en el enlace’ o ‘Comente a continuación’.
-Conexión: lo que sienten tus lectores o espectadores con tu historia. Los sentimientos de ira o felicidad extremas son los que más a menudo conducen a la acción, mientras que los sentimientos de desesperanza son los menos eficaces para impulsar el cambio. Cuando crees una historia digital, recuerda ser emocional y empático para poder conectar con tus lectores.
-Interacción: la historia no debe ser un capítulo cerrado. Debe ser un punto de partida para la interacción con los oyentes, lo que contribuye a su compromiso.
Una historia que contenga estos cuatro elementos puede generar más impacto que otra que no siga esta estructura. Una buena historia es una historia bien contada que interesará a los destinatarios. Hay que minimizar las barreras entre la narración y la audiencia.