Palabras que curan

13/11/2020

¿Imaginabas a principio del 2020 un escenario en el que escuchar que ‘solo’ han muerto 600 personas en 24 horas fuese una buena noticia?

¿Imaginabas pasear en julio con mascarilla y no poder abrazar a tu familia? ¿Imaginas tener sucesivos confinamientos?

Nos encontramos ante una realidad no imaginada, un futuro incierto al que ninguno de nosotros nos habíamos enfrentado ni como individuos ni como sociedad.

Nos genera angustia lo que le pueda ocurrir a la humanidad, a nuestros familiares y amigos y a nosotros mismos…. Todos conocemos a personas que han sufrido en primera persona la enfermedad y a personas que han perdido la vida por la pandemia desde marzo de 2020. Estamos ante una experiencia tan disruptiva que tan sólo puede compararse con una guerra mundial. Nuestra realidad de hoy no se parece nada a nuestra realidad de hace apenas 8 meses. Mantenemos distancia social sin fecha de finalización concreta, distancia también de nuestros seres queridos, pérdida de libertades, incertidumbre sobre el futuro…

Todas estas situaciones y emociones pueden acarrear efectos sobre nuestra salud mental, uno de los pilares esenciales del bienestar de los seres humanos.

Los estudios informan sobre síntomas psicológicos generales, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, estrés, bajo estado de ánimo, insomnio, síntomas de estrés postraumático, irritabilidad, ira y agotamiento emocional, lo que los expertos han denominado la cuarta ola del coronavirus, que se puede traducirse en traumas psicológicos, incrementos de problemas de salud mental, daños económicos, situaciones de burnout… que en muchos  casos van a requerir apoyos profesionales.

A pesar de ser un intangible, no podemos olvidar abordar la salud mental de las comunidades desde este mismo momento, pero también a medio y largo plazo; pensando en el ahora y en lo que vendrá después.

Estos últimos meses nos dejan claro que el modelo de apoyo al sufrimiento y malestar psicológico de las personas debe revisarse: ser flexible, romper distancias, adaptarse a las nuevas realidades, y dejar mucho tiempo y espacio a poner palabras al sufrimiento y malestar de las personas. Son tiempos para escuchar.

Es momento de ponernos en marcha, de empezar a ESCUCHAR. Para prevenir y para evitar un aumento del gasto sanitario y social a medio y largo plazo.

Queremos poner en marcha un servicio de teleterapia que preste apoyo a personas con problemas de salud mental originados en la crisis del COVID.

La palabra es una herramienta sanadora en las situaciones de malestar psíquico que ya nos estamos encontrando y que nos vamos a encontrar en la cuarta ola del coronavirus. Intentar que la persona que necesita ser escuchada encuentre alivio, apoyo, un espacio en el que sentirse acompañada...

Pero para que sea una realidad necesitamos tu ayuda...

Puedes consultar aquí el proyecto completo - DESCARGAR PROYECTO

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Pepita - Vive en una residencia

 

Almudena - Médica UCI

 

Alberto - Médico de Urgencias

      

Francisca - Duelo no resuelto

 

Patricia - Madre teletrabajadora

 

Diego - Enfermero

 

Sergio - Estudiante de Primaria

 

Rafa - Médico de Atención Primaria

 

Javier - En situación de ERTE

 

Armando - Sin hogar

 

Familia Ochoa - Desempleados

 

Eugenia - Vive en el medio rural

 

Felipe - Desempleado a los 56

 

Paulino - Técnico de laboratorio

 

Luis - Padre de una hija de 2 años

 

Candelas - Hostelera

 

Rosa - Profesora

 

Marga - COVID persistente